Una tierra de armonias muy antiguas

Un territorio intacto, donde la naturaleza y las arquitectura construída por los hombres, como las antiguas murallas ciclopicas de Amelia, conversan con armonia. Espesos bosques y montañas, colinas y olivares, oasis naturales a los largo del curso del rio Tiber, castillos fascinantes como los de Alviano y de Giove, torres de guardia y antiguos pueblos en los cuales sobresalen, como joyas, las fachadas y los campanarios elegantes de las Iglesias románicas. Amelia y sus alrededores recogen , en pocos kilómetros cuadrados, lo mejor de Umbria. Con una extraordinaria variedad, capaz de ofrecer a los visitantes una inmersión total en un territorio, más alla del tiempo, gracias también a su hospitalidad y a su excepcional gastronomia representada en las cien fiestas populares que se realizan y que animan sus pueblos entre primavera y verano.