Esencia de Umbria

 
 

Sabores - Amelia y alrededores

 
Sapori - Amerino
En la tierra del aceite y del vino
Nos encontramos en la zona de producción de los vinos de Denominación de origen Controlada D.o.C de los Colli Amerini en la Via de los Vinos Etrusco-Romana: las colinas y los somontes, expuestos al sol, están dibujadas por hileras de viñas. El otro producto de excelencia de esta zona es el aceite de oliva, declarado D.o.p. -denominación de origen protegida que se obtiene de las olivas exprimidas con métodos tradicionales en las numerosas almazaras- molinos de aceite.
Y siempre de la más antigua tradición, provienen las recetas de los primeros platos a base de masas de agua y harina como los manfricoli condimentados con salsas picantes.
La otra caracteristica gastronómica del territorio de Amelia es la pizza cocida en hornos de leña, la llamada, “acciaccata”- Chafada- como se la conoce en Fornole, cocida en sus hornos y que dio asi nombre al pueblo, realizada de manera que permitía la cocción de más de una de ellas a la vez.
También característico es el pan de Amelia, mientras que de los distintos bosques existentes en la zona, llegan a la mesa las castañas utilizadas además de para los dulces, también para buenísimas sopas.

Palomas y jabalí
De entre los segundos platos a base de carne, el verdadero manjar son los llamados “palombacci a la amerina” que pueden saborearse en todos los mejores restaurantes y en las casas de comidas: las polomas se cuecen al’ast, y en la “leccarda”- bandeja colocada debajo, se añaden salvia, romero, aceite, ajo y sal. Muy conocido además es el jabalí ya que en esta zona se practica mucho la caza de este animal, se convierte asi en un plato exquisito, ya sea a la brasa como guisado en cazuela o bien con polenta- harina de maiz..

Los higos rellenos
En la zona de Amelia y alrededores y en especial en la ciudad de Amelia se producen los “fichi Girotti”- Higos secos rellenos de chocolate y fruta seca. Los higos además, son un producto tipico de la zona ya desde tiempos remotos, antiguamente muy apreciados especialmente por los romanos.
De entre los dulces destacan el torciglione- y las galletas al mosto que se preparan con harina, el mosto y azúcar y se cuecen en el horno: remojados en el vino nuevo son un verdadero manjar.